La región de Chiba, al este de Japón, combina naturaleza, historia y modernidad. Limita con Tokio y cuenta con atracciones como Tokyo Disneyland y Tokyo DisneySea. Chiba conserva su rica herencia cultural con lugares como el templo Naritasan Shinshoji y la ciudad de Sawara. También es conocida por su agricultura, destacando en la producción de fresas, melones y arroz. Es un destino perfecto para quienes buscan una mezcla de turismo, naturaleza y cultura.
Siendo el primer parque Disneyland fuera de Estados Unidos, Tokyo Disneyland se presenta como un lugar lleno de magia y emoción, donde se fusionan a la perfección la esencia clásica de Disney con un toque distintivo de la cultura japonesa. Además, ofrece atracciones exclusivas que no se encuentran en ningún otro parque de Disney, lo que lo convierte en una experiencia única para los visitantes.
Situado junto a Tokyo Disneyland, Tokyo DisneySea se distingue por su enfoque en aventuras y exploraciones, lo que lo hace verdaderamente único dentro de la franquicia. Con una temática centrada en la exploración marítima, el parque presenta zonas inspiradas en destinos como el Mediterráneo, Arabia, el lejano Oriente y los misterios más profundos de los océanos.
El Parque Zoológico de Chiba es ideal para los amantes de los animales, con un diseño que permite observar a las especies en hábitats naturales y espacios amplios. Además, ofrece actividades interactivas, como alimentar a algunos animales y participar en programas educativos sobre conservación.
El santuario Katori Jingu ha sido considerado de gran importancia desde la época de los samuráis, ya que alberga al Kami, o deidad, principal de las espadas, los rayos y Amaterasu, la diosa del sol. Un dato relevante es que el término “Jingu”, que forma parte de su nombre, se utiliza para designar a los santuarios sintoístas vinculados a la casa imperial.
Con más de mil años de historia y ubicado cerca del Aeropuerto Internacional de Narita, el Templo Shinjo-ji es un destacado templo budista Shingon, una de las escuelas más importantes del budismo japonés. Este venerado lugar atrae a miles de visitantes, especialmente durante el Año Nuevo y en otras festividades religiosas, debido a su atmósfera tranquila y su profunda riqueza cultural.
Narita Omotesando es una encantadora calle comercial que conecta la estación de tren con el Templo Naritasan Shinshoji. Con su ambiente tradicional, ofrece tiendas de souvenirs, restaurantes y cafés, donde los visitantes pueden disfrutar de productos locales y delicias japonesas mientras se dirigen al santuario.
