Situada al norte de Tokio, Tochigi es conocida por su paisaje montañoso y boscoso, además de su rica historia. Es famosa por el Santuario de Nikko, patrimonio mundial de la humanidad, y por albergar el Parque Nacional Nikko. La prefectura también se destaca por su potencia agrícola, especialmente en la producción de fresas. Tochigi combina su impresionante belleza natural con una profunda tradición cultural.
Otra de las flores más destacadas de Japón, además de la flor de cerezo, son las glicinas, que embellecen el parque. También se pueden encontrar en el parque una gran variedad de flores que florecen en distintas estaciones, como las rosas, los tulipanes, los lirios de agua, entre otras. En invierno, se puede disfrutar del espectáculo de luces que ofrece el parque.
El Santuario Nikko Toshogu es un lugar emblemático de Japón, dedicado al fundador del shogunato Tokugawa, el shogún Tokugawa Ieyasu. Ubicado en el Parque Nacional Nikko, es famoso por su arquitectura, que combina elementos de templos budistas, sintoístas y tumbas de influencia hindú. En su interior, también se encuentran las famosas representaciones en madera de los tres monos sabios.
Situado en la entrada de las montañas Nikko, se puede apreciar uno de los tres puentes considerados los más hermosos de Japón. Este forma parte del Santuario Futarasan, rodeado de árboles milenarios y considerado un espacio puro o sagrado según el sintoísmo.
La cascada se encuentra dentro del Parque Nacional de Nikko y con tiene una caída de 97 metros. Es un sitio popular durante la época de otoño debido a sus colores rojizos y amarillos del paisaje. La cascada se puede apreciar desde el mirador conocido como ‘Elevador de la Cascada Kegon’.
Es conocido por ser el lago de mayor altitud de Japón. A pesar de que no se puede nadar en él, se pueden disfrutar paseos en bote, lo que lo convierte en un destino popular durante el verano, como una forma refrescante de pasar la temporada. Además, es un sitio muy visitado en otoño debido a sus hermosos paisajes con tonos rojizos y amarillos.
En la ciudad de Utsunomiya se encuentra un museo construido en una antigua cantera. Este museo explora lo que fue la fuente de riqueza de la zona. Una de sus características es la piedra extraída, conocida como piedra Oya, una roca formada a partir de lava y ceniza, originaria del lugar. Esta piedra se puede encontrar en adoquines, tumbas e incluso en el revestimiento del Hotel Imperial de Tokio.
