A medida que las temperaturas comienzan a decender, el otoño se convierte en una de las estaciones más agradables para disfrutar de Japón. Desde septiembre, la humedad y el calor veraniego empiezan a ceder, dando paso a un clima más fresco y cómodo, perfecto para actividades al aire libre. Este periodo se extiende hasta principios de diciembre, aun ue su duración y características pueden varias dependiendo de la región, ya que el clima japonés cambia notablemente entre el norte, el centro y el sur del país, debido a su diversidad geográfica.
El Obon es una fiesta tradicional que honra a los difuntos. Durante estos tres días, se cree que los espíritus de los antepasados regresan temporalmente al mundo de los vivos. En la actualidad, esta festividad puede celebrarse en julio, el día 15 del séptimo mes basado en el calendario lunar —por lo que puede variar cada año—, o del 13 al 15 de agosto, según el calendario solar, siendo esta la fecha más común a nivel nacional.
Esta celebración está dedicada a la luna de otoño, un evento donde se honra la belleza de la luna y la naturaleza. Se cree que la luna tiene un vínculo especial con la cosecha, y por ello, se aprovecha la ocasión para pedir una buena temporada de siembra y recolección. Tsukimi se celebra cada año en el 15º día del 8º mes lunar del antiguo calendario japonés, por lo que su fecha varía año con año en el calendario gregoriano. Durante Tsukimi, las personas se reúnen en jardines, templos y parques para admirar la luna llena, que se considera especialmente hermosa en esta época,mientras disfrutan de dango (bolitas de arroz).
Uno de los templos más emblemáticos de Kioto, es conocido por sus vistas panorámicas de la ciudad y su impresionante arquitectura. Durante el otoño, el templo se rodea de árboles de arce y otras especies que cambian en un mar de colores, con tonalidades que van desde los amarillos hasta los rojos, creando un contraste espectacular con los edificios históricos. La vista desde su plataforma de madera, suspendida en el aire, es uno de los lugares más populares para disfrutar del momiji en Kioto.
El área de Arashiyama, situada al oeste de Kioto, es famosa por su bosque de bambú y el Templo Tenryu-ji, pero en otoño, el verdadero atractivo son sus montañas cubiertas de hojas de colores vibrantes y otoñales. Al caminar por el río Katsura o subir a la cima de la colina de Arashiyama, los paisajes otoñales se mezclan con los árboles que adquieren una variedad de colores, creando una atmósfera tranquila y espectacular.
El Sagano Romantic Train ofrece un recorrido único a lo largo del río Hozu, especialmente encantador durante el otoño. En esta temporada, el tren atraviesa un paisaje montañoso cubierto de árboles que se tiñen de tonos rojizos y dorados. El trayecto, que conecta Torokko Kameoka con Torokko Arashiyama, es famoso por sus impresionantes vistas panorámicas del follaje otoñal. El carácter “romántico” que da nombre al tren se ve realzado por el entorno natural y los paisajes de temporada que acompañan todo el recorrido.
En Hakodate, ubicado en Hokkaido, el otoño se caracteriza por sus colores vibrantes que comienzan más temprano debido al clima más frío del norte. La ciudad es conocida por sus montañas cubiertas de arces que se tiñen de rojo y naranja, y desde la cima del Monte Hakodate, la vista panorámica de la ciudad y su costa rodeada de árboles de otoño es realmente impresionante. Además, la frescura del aire y las bellas vistas crean el ambiente perfecto para disfrutar del momiji.
El lago Kawaguchiko, ubicado cerca del Monte Fuji, es uno de los destinos más visitados para disfrutar del otoño en Japón. Alrededor del lago, los árboles de arce y otras especies se tiñen de tonos rojos y dorados, mientras que el Monte Fuji se alza al fondo. Además, este lugar es famoso por las actividades al aire libre, como caminatas y paseos en bote, lo que lo convierte es un destino popular para disfrutar del clima del fresco otoño.
Nikko es famosa por sus santuarios y templos, pero en otoño, el atractivo principal es la hermosa naturaleza que lo rodea. La zona del Patrimonio Mundial de Nikko, alberga el famoso Santuario Toshogu, que esta rodeado de bosques que en otoño se llenan de clores vibrantes. Desde las orillas del río Daiya hasta los senderos en las montañas circundantes, los turistas pueden disfrutar del momiji mientras exploran los templos y santuarios en un entorno lleno de historia y naturaleza.
El Meiji Jingu Gaien, en el centro de Tokio, es famoso por su Avenida de los Ginkgos, un lugar emblemático para ver el follaje otoñal en la capital japonesa. A finales de noviembre, los árboles de ginkgo cubren la avenida con un espectacular túnel dorado. Es un lugar muy popular tanto para los locales como para los turistas, ya que se puede disfrutar de una caminata relajante en medio de la ciudad mientras se contempla el vibrante color dorado de las hojas de ginkgo. Además, la cercanía a otros puntos de interés de Tokio hace de este lugar una opció ideal para disfrutar del otoño en un entorno urbano.